27.3.20

Cambiar, avanzar e irse de los sitios

Volver ahora a este blog y a escribir una entrada es lo más inesperado que haré en toda la semana. Quizá también en todo el mes. Hace más de cuatro años que escribí aquí por última vez, tarde, como venía acostumbrando y con promesas de volver.

Cuatro años más tarde, acabado el bachillerato que mencionaba en esa última entrada y dos cursos y medio de universidad después, vuelvo esta vez sin objetivos, planes o promesas. For the sake of it, que diríamos en inglés. En una especie de arte por el arte, salvando las distancias, eso sí.

Escribo siendo plenamente consciente de que mi etapa en blogger, como muchas otras, hace tiempo que terminó. Entré en la vorágine del bachillerato, la selectividad, la universidad y dejé de leer. Semana tras semana, mes tras mes y, al final, me muero de vergüenza cuando me preguntan cuál es el último libro que terminé. Tras un repaso mental me doy cuenta de que llevo años sin leer. Leer el periódico, las redes sociales, los pdfs de la universidad, sí. Leer una novela que me han regalado porque hace tiempo que la quiero leer, leer en el bus, leer en la piscina, leer en la cama antes de dormir... Ya no recuerdo cuál fue la última vez. Lo cierto es que hace años que no coloco un marcapáginas dentro de un libro, que no tengo un libro en mi mesita, que no actualizo mi currently reading en Goodreads, que me cuesta un esfuerzo increíble leer más de diez páginas sin querer pasarme del papel a Netflix.

Aunque he seguido sintiendo esa admiración por la literatura, las historias, sus autores, ha sido más un gustarme la idea de leer que leer en sí. Y aunque la rutina siga un ritmo frenético y las series que he visto en el último año me hayan hecho disfrutar, soy plenamente consciente de todo lo que he perdido por dejar de leer.

Hace ya semanas, incluso meses que estoy convencida de que quiero volver. Volver a leer, empezando por la ingente pila de libros que he acumulado estos años, queriendo y sin querer. Volver a llevar un libro en mi mochila, a tener una novela en mi mesita, a querer que llegue la hora de meterme en la cama para leer un ratito antes de irme a dormir. 

Y, como mucho ha cambiado, sé que no volvería a los mismos autores, las mismas novelas, las mismas temáticas. Probablemente tampoco a los libros que hace unos años leía y recomendaba en este blog. Y, sin embargo, sé que las sensaciones serían las mismas, porque mi vuelta no busca otro fin que reencontrarme con todo aquello que recuerdo perfectamente que la lectura me aportaba.

*Comparto este texto que escribí en noviembre 2019 y que nunca publiqué. Si alguien me lee, me haría mucha ilusión que dejase un comentario 

2 comentarios:

  1. Bienvenida de nuevo, nunca es tarde para disfrutar de la lectura. Espero que encuentres ratitos para poder volver a disfrutar del lujo de leer :3

    Nos leemos!

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  2. Buenas tardes, Paula! ♥
    A mí me pasó exactamente lo mismo. Entre bachillerato, la universidad, las prácticas... Perdí la motivación por leer, pero para mi trabajo final de grado me propuse retomar este blog y volver a leer de nuevo tanto como antes.
    Me alegra un montón de que hayas vuelto y de tenerte por aquí otra vez.
    Un besazo muy grande y espero que nos dure ♥.

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